ACTOS 25-N
El 25 de Noviembre los alumnos de 3º ESO, 4º ESO y FP Básica se desplazaron a la Casa de la Cultura para colaborar en los actos organizados por el Excmo. Ayuntamiento de Villablino en reconocimiento a las víctimas de la violencia de género en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Para ello, leyeron un manifiesto donde rindieron homenaje a María José Mateo (Sesé), asesinada a manos de su expareja, en 2017, y nos recitaron los poemas postumos que ha recopilado su hijo en el libro "Do camiño do vento" a beneficio de la asociación que lleva su nombre y lucha contra contra esta violencia cruel, injusta y terrible.
Hos dejamos el manifiesto que leyeron los alumnos y los poemas:
"Buenos días a todos.
Somos los alumnos y alumnas de tercero y cuarto de la ESO del Instituto de Educación Secundaria Valle de Laciana. Hoy no es un lunes cualquiera, hoy todos y cada uno de nosotros nos hemos despertado con la misma rutina, pero no con el mismo corazón. Porque hoy es 25 de noviembre, día en el que todos nos manifestamos en contra de la violencia hacia la mujer. Hoy recordamos a todas aquellas mujeres que sufren diariamente la violencia más cruel, aquella que procede, en muchas ocasiones, de aquellos a quienes aman, de aquellos en quien confían, de aquellos con quienes duermen. Hoy lloramos por las que sufren los golpes, los gritos, las humillaciones…
Por las que lloran en silencio, por las que se han quedado sin libertad, porque se la han robado. Y por supuesto, hoy lloramos por todas aquellas mujeres que no pueden estar aquí hoy, por aquellas a las que han silenciado para siempre. Mujeres como Sesé. Sesé Mateo, María José, nacida en 1965, fue la viva definición de que hay quien pasa por la vida sin salir de la trinchera, y hay quien no sale del campo de batalla. A los 18 años se enamoró y se marchó a vivir a Venezuela con su pareja con quien tuvo dos hijos: Lucía y Joshua. A los diez años de vivir allí, regresó a España. Ya en Galicia formó parte de movimientos sociales de ayuda a los más desfavorecidos, luchó a favor de los derechos de los trabajadores y era miembro de una asociación feminista, pues su forma de entender la vida la obligaba a ayudar a los demás.
Mientras todo esto ocurría, su vida personal cambiaba. Empezó una relación con Emilio Fernández Castro, de 47 años, con el que tuvo un hijo, Igor, en 2007. Años después sufrió graves problemas de espalda que superó gracias a diversas operaciones. Recuperada, en 2015 se le diagnosticó un cáncer de mama. Y lo superó. Lo que no prosperó fue la relación con Emilio, lo que desembocó en una ruptura traumática el 20 de febrero de 2017. Ese día, por la tarde, ella estaba en un supermercado de Chapela cuando él la llamó al móvil. “Te dejo, que me está llamando este preguntándome dónde estoy", le dijo a una amiga que se encontró haciendo la compra. “Este” era su expareja, Emilio, que no superaba la separación y había dejado dichos días antes a un conocido: "Porque tenemos un hijo en común, que si no le ponía una bomba y reventaba con todo". Ese día su hijo en común, Igor, no volvió a casa con él; Emilio lo dejó en casa de sus padres y regresó solo a la casa de Chapela cuando no estaba Sesé. Allí cortó la goma a dos bombonas y vació un bidón de gasolina. Sesé Mateo, 52 años, que se había defendido con uñas y dientes de la muerte, no pudo defenderse de la vida. Y así fue como todo lo que no consiguió el cáncer en dos años, lo consiguió el machismo en un día. La casa voló por los aires esa noche. Levantó parte del tejado, destruyó la fachada y pulverizó las paredes.
Emilio asesinó a Sesé, de la forma más cruel, de la forma más cobarde. Y con su crimen conmocionó a un país y dejó abandonados a los hijos de Sesé. Sin casa, sin fotos, sin hogar y sin mamá a la que abrazar, a la que acudir o con la que llorar. Joshua, su hijo mayor, en aquel momento apenas un chaval, tuvo que hacerse cargo de todo.
Cuidar a su hermano pequeño y apoyar a su hermana, y gestionar toda una vida ante el monstruo de la burocracia para que pudieran tener un lugar donde dormir, donde poder llorar en paz. Y Joshua demostró valor, coraje y determinación, porque ha conseguido que la voz de su madre jamás sea olvidada. Sesé, gracias a sus hijos grita. En aquella casa todo fue destrucción y dolor, pero algo se mantuvo apenas intacto: los poemas, escritos y dibujos de Sesé, que Joshua, tras su muerte recogió, editó y publicó en una obra a la que tituló: Do camiño do vento. Fundó una asociación en su nombre, y gracias a ella, todo lo recaudado con el libro se destina a ayudar a todas esas familias rotas por la violencia de género, a esos niños y niñas que sufren las consecuencias de un sistema que no entienden y jamás entenderán. Hoy gritamos por las mujeres que sufren esta violencia cruel, injusta y terrible; pero también por sus hijos que desgraciadamente, son victimas también.
Os leemos a Sesé. Gracias.
